En los Andes hay dos estaciones diferenciadas: lluviosa y seca. La temporada de lluvias abarca de noviembre a abril.

Esta pendiente empinada, cerca de Machu Picchu, muestra la importancia que tenía para los Inka controlar la erosión del suelo provocada por las lluvias intensas. Sin ese control, las construcciones inkaicas, tales como los caminos por pendientes pronunciadas, habrían sido arrastradas por el agua. Algunas regiones de los Andes, en particular el alto Amazonas, pueden recibir hasta 76 pulgadas (193 centímetros) de agua al año. La mayor parte de las precipitaciones ocurren durante la estación lluviosa, de noviembre a abril. En comparación, Washington, DC, recibe alrededor de 39 pulgadas (99 centímetros) por año.

Los canales verticales sobre la ladera de esta montaña son marcas de la erosión del suelo ocasionada por las lluvias intensas. Los Inka aplicaron la experiencia de sus antepasados y de las poblaciones locales para controlar la erosión. También desarrollaron nuevas técnicas para controlar el agua y asegurar la supervivencia a largo plazo de sus proyectos de construcción.

Cada tramo del Camino Inka fue construido en respuesta a los desafíos del entorno. El objetivo era hacer caminos duraderos. Esta alcantarilla de drenaje se construyó debajo de un camino inkaico cerca de Machu Picchu. También servía como pasaje subterráneo a través del cual la gente podía transitar.

La ingeniería de gestión hidráulica es la maravilla oculta en sitios como Machu Picchu. Si no fuera por su construcción cuidadosamente planeada, las estructuras más emblemáticas del lugar, como el templo del sol o de la caseta de vigilancia que se observan en esta imagen, no habrían sobrevivido.

En este sitio, gran parte de la obra de ingeniería más compleja, se halla bajo tierra. Al construir terrazas sobre las laderas empinadas, los Inka incrementaron la cantidad de tierras agrícolas. Mediante la construcción de terrazas y colcas, o depósitos, así como del manejo cuidadoso de los recursos, los Inka pudieron alimentar a su vasto imperio.

Las terrazas se diseñaron pensando en el problema del agua. El agua se re-direccionó para disminuir su fuerza y evitar la erosión del suelo. Se usaron sistemas de drenaje subterráneo para capturar el agua de lluvia y canalizarla para el riego y otros usos.